Nadie, absolutamente nadie, nace odiando y reprimiendo su cuerpo. Desde el nacimiento, somos seres que exploran y disfrutan de nuestras capacidades corporales. Sin embargo, a lo largo de la vida, aprendemos a rechazar nuestro cuerpo debido a críticas externas y expectativas sociales. Este artículo explora cómo podemos reconectar con nuestro cuerpo, cultivar el amor propio y dejar de vernos a través del prisma de la crítica y la desaprobación.
¿Alguna Vez te Has Preguntado por Qué Criticamos Nuestro Reflejo en el Espejo?
No nacimos así. Desde pequeños, disfrutamos de nuestro cuerpo sin juzgarlo. Sin embargo, a medida que crecemos, empezamos a absorber críticas y mensajes negativos del entorno. Es hora de desmantelar las voces que nos han enseñado a odiarnos o rechazarnos.
Las Voces Externas y Su Impacto
Hay voces externas que, de tanto escucharlas, las creemos nuestras. Estas voces pueden provenir de los medios de comunicación, la publicidad, comentarios familiares o incluso de amigos. De tanto repetirse, estas críticas se convierten en un ruido constante en nuestras mentes, moldeando una percepción negativa de nosotros mismos. Brené Brown señala que «la vergüenza es la voz de la crítica interior, que nos dice que no somos suficientemente buenos» [❞].
Estas voces externas son solo un síntoma de que algo tiene que cambiar. La solución no viene de más filtros, más dietas, más cirugías, agradar más o romperte más. Ayer, en una conversación muy interesante, una de las cosas que agradezco al hablar sobre el cuerpo y darle un nombre es que más personas se abren a hablar conmigo, ya sea para estar en desacuerdo o para agradecer. Amo cuando cualquiera de estas dos cosas pasa.
Una persona me decía: «Yo tengo el poder de cambiar aquello que no me gusta en el espejo», y es cierto, es sumamente válido y lo aplaudo. Solo que para mí, la pregunta más importante es: ¿Qué hizo que no te gustara? Porque ningún ser humano nace rechazándose; nacemos y nos olemos, nos tocamos, nos saboreamos. Somos nuestro primer lugar de aprendizaje y de diversión, un territorio de placer genuino. Que nadie te quite eso.
¿Cuál es ese pensamiento que creíste tuyo y hoy te das cuenta que fue implantado?
Desmantelando las Voces Críticas
Para reconectar con nuestro cuerpo y cultivar el amor propio, es crucial identificar y desafiar estas voces críticas. Aquí hay algunas estrategias para lograrlo:
- Reconocer las Fuentes de la Crítica: Identifica de dónde provienen estos mensajes negativos. ¿Son de medios de comunicación, familiares o amigos?
- Cuestionar y Replantear: Pregúntate si estas críticas son verdaderas y justas. Replantea estos pensamientos en términos más positivos y realistas.
- Practicar la Autocompasión: Trátate con la misma amabilidad que ofrecerías a un amigo. Según Kristin Neff, la autocompasión implica ser amable y comprensivo con uno mismo en momentos de fracaso o sufrimiento [❞].
Más Allá de la Estética: La Conexión Profunda con el Cuerpo
El amor propio y la aceptación corporal van mucho más allá de la estética. Se trata de volver a conectarnos con nuestros ritmos corporales, deseos, necesidades y preferencias. Es crucial porque:
- Restablece la Relación con Nosotros Mismos: Reconocer y respetar nuestras sensaciones corporales nos ayuda a entendernos mejor y a aceptar nuestras necesidades.
- Fomenta la Autocompasión: Tratar nuestro cuerpo con amabilidad, incluso en momentos de frustración, nos ayuda a construir una relación más saludable con nosotros mismos.
- Mejora el Bienestar Integral: Al estar en sintonía con nuestro cuerpo, podemos responder mejor a sus señales, lo que mejora tanto nuestra salud física como mental.
Cuestionando lo que Creemos que es Nuestro
Es importante aprender a cuestionar aquello que creemos que forma parte de nosotros, especialmente si nos causa dolor. Si un pensamiento o creencia nos lleva a odiarnos o a desear ser diferentes, es probable que no sea realmente nuestro. Estos deseos de adaptarnos a los demás, incluso hasta el punto de rompernos, son señales de que estamos siguiendo voces externas en lugar de nuestra propia sabiduría interior.
Al cuestionar estas creencias, podemos empezar a desmantelar la necesidad de adaptarnos a estándares externos. La transformación personal es valiosa y necesaria, pero debe hacerse con sutileza y cuidado, sin necesidad de rompernos. Cuerpos vemos, emociones no sabemos, y es vital recordar que el crecimiento y la maduración deben surgir desde un lugar de cuidadoy respeto hacia nosotros mismos.
Estrategias para una Transformación Saludable
- Autocompasión y Paciencia: Abordar el cambio personal con autocompasión y paciencia, reconociendo que el crecimiento y la transformación son un proceso, ser gentiles y amables con nosotros si bien a veces es dificil es el camino a construir una nueva forma de relacionarnos con nosoros mismos.
- Identificación de Creencias Limitantes: Examinar y cuestionar las creencias que nos causan dolor, preguntándonos si realmente nos pertenecen o si fueron implantadas por influencias externas. Recuerda, la opinión de otra persona es solo su opinión, no una verdad.
- Transformación Consciente: Focalizarse en transformar aspectos de nuestra vida y personalidad que deseamos mejorar, pero hacerlo desde un lugar donde nos hacemos consciente que el camino ya en si mismo es un logro.
- Redefinir el Éxito Personal: Redefinir qué significa el éxito y la belleza para nosotros, alejándonos de los estándares externos y creando nuestros propios criterios basados en el bienestar integral.
- Acompañamiento y Apoyo: Buscar apoyo en comunidades y profesionales que promuevan un enfoque holístico y amoroso del crecimiento personal, evitando entornos que perpetúen la autocrítica y la negatividad.
Nadie nace odiando su cuerpo. A lo largo de la vida, las críticas y expectativas externas pueden alejarnos de nuestro verdadero ser. Sin embargo, al reconectar con nuestro cuerpo y cultivar un amor propio maduro, podemos transformar nuestra vida de manera profunda y duradera. Este proceso nos permite no solo sanar y crecer, sino también disfrutar de una vida más consciente y satisfactoria.
Descubre cómo «El Cuerpo que Amamos» puede ayudarte a reconectar con tu cuerpo y vivir una vida más plena.
Norvelia Velásquez
Psicóloga/Coach/Facilitadora de Biodanza